miércoles, 1 de abril de 2009

LOCOMOTORA

El vehículo accionado por vapor no estaba, pues, destinado a imponerse en la carretera, sino que sobre rieles, siguiendo la senda que le había trazado Trevithick en 1804 con su primera locomotora.

El invento culminaría con la aparición y desarrollo del ferrocarril que permitiría el transporte de cargas y pasajeros en gran escala. En él sobresaldría nítidamente George Stephenson, "el hombre que domina todo el nacimiento del ferrocarril, el que durante doce años luchó solo y triunfó contra todo: máquina, vía, obras y explotaciones", según palabras de Charles Dollfus.

Pero la máquina de vapor no iba a tener sólo aplicación en el transporte terrestre, sino que alcanzaría un éxito igual o quizás más notable en la navegación. Desde la infortunada barca de Papin, numerosos inventores trataron de aplicar la fuerza motriz del vapor a la marina. Entre otros, el norteamericano John Fitch planeó en 1786 un barco en el que el vapor movía una serie de remos. Pero fue su compatriota Robert Fulton quien por primera vez obtuvo resultados positivos con su "Clermont", en 1807.

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